En la tercera edad, las enfermedades que más preocupan son las relacionadas con la memoria, como el Alzheimer, enfermedades que afectan al deterioro cognitivo.

Si consideráramos que ya por el simple hecho de ser viejo nuestra memoria ha de verse mermada, no realizaríamos ni el más mínimo esfuerzo ante un diagnóstico de demencia.

Pero está más que demostrado que los ejercicios tanto cognitivos como físicos son de gran ayuda frente al deterioro cognitivo.

Igual que en cualquier etapa de la vida, tenemos que adaptarnos al entorno.

Etapas de la vida

Cuando éramos estudiantes, nuestra memoria se centraba en memorizar datos concretos para luego plasmarlos en los exámenes, mientras que durante la vida laboral es más común usar la memoria para recordar dónde buscar unos datos concretos, por lo que nuestra memoria se adapta en las diferentes etapas de nuestra vida.

El “problema” está en que hasta ahora ha habido pocas actividades realmente planteadas para las personas una vez alcanzan cierta edad y por eso tenemos la suerte de que en la actualidad se dé más valor y reconocimiento a las personas mayores.

Estimulación de la memoria

Para seguir estimulando la memoria, todos los diferentes tipos de memoria que tenemos, contamos con gran cantidad de material actualmente como, por ejemplo, el refranero popular, el decedario, los smartbrain games…

Si queremos seguir manteniendo o mejorando nuestra agilidad física, coordinación y motricidad fina, hay actividades como los juegos de paneles trazados, la actividad física adaptada…

Sin olvidar la gran cantidad de ayudas técnicas y mecánicas para ser lo máximamente independientes en nuestro día a día como los teléfonos adaptados, cubiertos más anchos, calendarios con números y letras más grandes…

La vejez es una etapa de la vida para la que nuestra sociedad todavía no se ha preparado del todo. Y poder envejecer es una gran fortuna.